Por primera ocación se encuentran. Frente a frente como dos locomotoras en las mismas vías, a toda velocidad, sin la menor intensión de frenar. Se ven a los ojos, se estudían, barren de arriba abajo a su oponente buscando algún defecto, algo fuera de su lugar.
Una de ellas rompe el silencio:
- Buenas Tardes, soy Mónica la madre de Ramón.
- Buenas Tardes, -dice la otra - soy Paulina la novia de Ramón.
El silencio se regresa, pero es vuelto a romper por Mónica:
- Sólo tengo algo que preguntarle
- Diga
- ¿Puede arreglarlo?
- Eso intento Señora, eso intento
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Jajaja, está bueno, primo.
Just... MARVELOUS
Cierto. Da miedo cuando novia y madre se conocen. Pero más miedo cuando están de acuerdo.
Y además, bien escrito (no me refiero a la ortografía). Está a-gustín. Me gustan los microrrelatos.
Saludos
Publicar un comentario