martes, 27 de febrero de 2007

A unos pocos pasos

Faltaba muy poco. Unas pocas calles nos separaban de la libertad. Estábamos exhaustos, pero el hecho de que cada paso nos acercaba más a nuestra meta nos llenaba de alegría y fuerza.

Ya casi estábamos ahí. Sólo nos faltaba una cuadra para el río y la libertad. Cargando nuestras cosas, algo de dinero, un poco de comida y nuestras esperanzas corríamos lo más rápido posible.

Pero antes de llegar a la orilla del río, una figura negra se alzó sobre nosotros. Parecía ser un hombre a caballo. Pero la obscuridad nos impedía diferenciar a un ser de otro. Nunca le pudimos ver su rostro, sus ojos o algún pedazo de bondad.

De la oscuridad surgieron más figuras como ésta. Primero fueron dos, luego tres, luego tantas como pecados cometidos.

Al sonoro grito de la primera figura, las demás arremetieron contra nosotros.

Los veinte fugitivos intentamos escapar, escondernos, rogar por misericordia. Nada funciono.

En menos de diez segundos yo estaba en el suelo. Alguien pisaba mi cabeza contra el piso mientras otros golpeaban todo mi cuerpo.

Sólo podía ver una cosa. Cómo otras figuras hacían lo mismo con unos pequeños niños, unos hermanos, un él y una ella.

Intenté levantarme para defenderlos, pero fue imposible. No podía ayudarlos, solamente podía ver como los torturaban y clamar al cielo por piedad.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

ouch! doloroso... tal como debe retratarse una realidad de esa clase: en crudo.
Tal vez sea la hora, tal vez mi burrada, pero no me quedó claro la situación. Por el río podrían ser inmigrantes, pero lo de "calles" no lo permite. Tal vez eso no importe y el énfasis sea intencionalmente en la ambiguedad; en que esa puede ser "cualquier" situación.
En cualquier caso, felicidades

Zoon Romanticón dijo...

Still... there must be a way to save everyone...

Anónimo dijo...

Por eso me choca ir a Tijuana... manejar al raz del muro que nos divide de nuestro vecino del norte y ver todas las cruces de gente que ha muerto creyendo firmemente haberse quedado "a unos pocos pasos" de la libertad y la felicidad... pobres ilusos...

Aunque el dueño de este blog sea una persona totalmente pro-yankee (que vive engañado jajaja), debo decir que las soluciones rápidas y precisas no siempre son las mejores... A veces a la gente se le olvida que trata con personas, no con animales...

Blascone dijo...

Que quede claro que yo en ningún momento he dicho que este escrito se trate de Tijuana... sólo dije que me remontaba a esta ciudad, al ser fronteriza y relacionarse con lo que escribiste...

Emilia Kiehnle dijo...

Jeje, a mí me recordó a una escena de la película "Ghost", pero mejor no profundzo en el tema.