lunes, 11 de junio de 2007

Con MUCHO sarcasmo

Mexico DF a X de X de 200X
Amigo asesino.
Presente.

Querido amigo asesino, y te digo amigo porque a pesar de la riqueza de nuestro vocabulario no encuentro calificativo adecuado, por lo que prefiero usar una palabra que embellezca un poco la forma en que me referiré a ti. Además llamándote así te puedo considerar alguien cercano y hablarte con toda confianza; esta noche, quiero, necesito hablar con tigo.

Antes que nada, si eres uno de esos que al tener que matar a un semejante le tiemblan las piernas, no eres capaz de ver a la victima a los ojos, y al haber cometido tu deseo te queda un cargo de conciencia; no sigas leyendo, esto no es para ti. Mi amigo el asesino, puede pasar días, semanas, incluso meses enteros planeando el crimen. Es capaz de ver a los ojos llorosos, oír la voz quebrada clamando piedad, goza al jalar el gatillo y al ver el cuerpo sin vida en el suelo y la sangre manchando el asfalto, libera una pequeña sonrisa y se da media vuelta con gran satisfacción. Si eres uno de esos, sigue leyendo, esto es para ti. Ahora si el lector de mi carta es un ciudadano cualquiera, o alguno de sus seres queridos ha sido asesinado y encuentra ofensiva mi carta, perdón, en verdad le pido perdón por mi sarcasmo.

Déjame decirte, querido amigo, que te admiro. Ya no eres un ser humano. Los humanos tenemos una debilidad, que se llama conciencia. Somos capaces de sentir culpa. Pero tú has suprimido por completo tu conciencia. Has logrado acallar la voz de Dios. Los humanos muchas veces nos encontramos en tensión entre el deber y el querer… tú has superado esa tensión.

Por supuesto que no te das cuenta que cada víctima es una historia; con personajes, ambientes, circunstancias, protagonista, antagonistas, amores, sueños y fracasos. Al jalar el gatillo, das final abrupto a la historia, donde el sufrimiento de los personajes y la solución que das a los problemas, es lo que más irrita a la sociedad y da placer a tu alma, amigo mío.

Algo que no alcanzo a entender y espero que me lo puedas explicar, es el caso de mis amigos que son asesinos, porque un día sufrieron la perdía de un ser querido. Lo que me acongoja es que hoy sean parte de aquello que un día los hizo sufrir.

Amigo asesino, no desesperes, ya voy a finalizar.

Como despedida, sólo quiero pedirte un favor. No te pido que dejes de matar, sería incapaz de pedirte que dejas de hacer lo que te hace “feliz”; tampoco te pido que pienses en las familias de las víctimas, se que eres incapaz de eso; menos te pido, que si un día deseas matarme te abstengas, nada le daría más sentido a mi vida que el saber que hasta en la muerte pude dar alegría a alguien; para que veas, ni siquiera te pido que mientras me matas pienses en aquella que me llorara. Te pido que guardes esta carta en un lugar en el cual la puedas leer cada que no tengas nada mejor que hacer.

No me queda más que mandarte un cordial saludo y agradecerte, por darme una razón para escribir.

ATENTAMENTE












Su amigo Gorgias.
PD. Te deseo, de todo corazón, que por cada víctima exista un perdón.




6 comentarios:

Blascone dijo...

Hay personas que son demasiado egocéntricas y vanidosas como para darse cuenta que con lo que hacen (o en otros casos,dicen) hieren no sólo a sus víctimas inmediatas, sino a la historia, a un de los tantos mundos personales que existen en el tiempo... Siempre me han intrigado los asesinos, tantas historias que contar y tanto placer que disfrutar... Es imposible de describir la adrenalina que revienta las venas cuando estás cara a cara con uno, aunque sea sin correr peligro...



Por cierto, no sé qué tipo de libros infantiles conoces, pero a mí en lo personal, se me hacen más tontos los comics, por eso no los leo.

Anónimo dijo...

jajajaja y la guardo en un blog jua jua jua, el asecino es gorcias chan chan chan chan...

Anónimo dijo...

agregame goldenlink2099@hotmail.com agregame al msn

Anónimo dijo...

No sé, búhico colega, si para tí ésta carta fue igual que para mí: una intensa y aguda pausa suspensoria dirigida a esa pequeña Postdata...
Evidente es que para el humano asesino (aquél pobre diablo que despachaste en la primer línea)es fútil desear perdón... él mismo será su propio verdugo... aún cuando, arrepentido, nadie lo condene.

Blascone dijo...

My bird friend... i'll miss you so much! Please! Fly everynight to my window and visit me! I'll leave it open for you...

pajaro de fuego dijo...

Tío.eso es valor!:
Que sepas que he entrado por recomendación de Milo, yo soy una amiga suya de Galicia, encantada.
Esto me recuerda que el otro día pregunté a un compañero qué es lo que más deseaba en este mundo, el me contestó que "el poder", le pedí que me describiera ese poder, me dijo que su poder platónico era el poder decir a sus hombres-quitadme ese hombre de ahí que no me gusta, matadles si quereis-, ¡ que pena me daba!